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Brasil tendrá las primeras cárceles privadas de América Latina

A fin de año, Brasil -el país más grande de la región- tendrá listas sus primeras dos prisiones construidas y administradas por empresas privadas.
Ambos presidios se construyeron siguiendo el modelo de Sociedad Pública-Privada (PPP, según su sigla en portugués y en inglés), un formato desarrollado por el gobierno británico que permite usar capital privado para pagar por infraestructura pública.El complejo penal de Ribeirão das Neves, en el estado de Minas Gerais, y el Centro Integrado de Resocialización de Itaquitinga, en Pernambuco, tendrán capacidad para alojar a unos 3.000 presos, respectivamente. 

Unidade de Parcerias Público-Privadas, gobierno Minas GeraisDe acuerdo con sus impulsores, una de sus principales ventajas es que permite financiar obras costosas, evitando que el Estado tenga que realizar millonarias inversiones iniciales.
Además, los adherentes de este sistema sostienen que fomenta un mejor servicio ya que las empresas privadas tienen incentivos económicos para realizar bien su tarea.
Sin embargo, los detractores aseguran que ocurre lo contrario, y cuestionan el hecho de que las funciones y responsabilidades del Estado estén en manos privadas.
Tal es la postura de la Pastoral Carcelaria de Brasil, que criticó las nuevas cárceles privadas asegurando que "la empresa entra para tener lucro y los presos son usados para eso".

¿Quién es responsable de la seguridad?

Tanto Chile como Brasil ya tienen cerca de una decena de cárceles "concesionadas" -o "tercerizadas"- en las que varios de los servicios que se brindan –salud, alimentación, educación, entre otros- están en manos de empresas.
Unidade de Parcerias Público-Privadas, gobierno Minas Gerais
Estas cárceles están en "período de prueba".
Pero las nuevas cárceles privadas de Minas Gerais y Pernambuco serán las primeras en las que la seguridad también será responsabilidad de una compañía.
Sin bien el Estado estará a cargo de vigilar el perímetro externo de los establecimientos y de trasladar a los reos, la vigilancia dentro de los presidios quedará en manos de las empresas que las manejen.
¿No está incumpliendo el Estado su papel de garante de la seguridad si delega esa función a una entidad comercial?
No, según Siqueira Moraes.
"El Estado nombrará al Director de Seguridad de cada una de las unidades del complejo y ellos serán responsables por los prisioneros", afirmó.
Las prisiones privadas contarán con más tecnología, por lo que harán falta menos guardias: en las cárceles públicas hay uno por cada 2.5 prisioneros, en las privadas habrá uno por cada 3.5 o 4.