Memorial Cd. de México
por Maricela Campos Secretaria Académica MINNUM 2013
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CASTILLO
DE CHAPULTEPEC
El Castillo de Chapultepec
ha sido testigo de grandes etapas de la historia de México. Tenemos que en la
antigüedad la zona en que se encuentra su edificación, era un centro estratégico
para las civilizaciones antiguas.
Además, con éste breve
documento vemos a grandes rasgos, varias de las dificultades que se presentaron
tras su proyecto de construcción, después como recinto de varios personajes
relevantes de la historia de México, como Colegio Militar y por último la
declaración de patrimonio nacional mexicano y la apertura del Museo Nacional de
Historia.
Si hay un lugar que no puede
faltar en visitar dentro de la Cd. De México, sin duda es el Castillo de
Chapultepec.
Significado
El topónimo de Chapultepec
procede del idioma náhuatl chapul (in) que significa “saltamontes”; y tepe (tl)
que se refiere a “cerro o montaña”: que en conjunto entenderemos entonces que
Chapultepec es “en el cerro del chapulín”.
El Castillo de Chapultepec
es una edificación ubicada en el cerro de Chapultepec en el centro del Parque
de Chapultepec, situado en Ciudad de México, a una altura de 2.325 metros sobre
el nivel del mar. Fue construido por el Virrey Bernardo de Gálvez y Madrid
sobre la Colina de Chapultepec.
El Cerro de Chapultepec tras
la Conquista
La formación geológica de
éste cerro es de un origen muy antiguo. En él, se han acentuado numerosos
pueblos en los que destacan los teotihuacanos y los mexicas. En sus orígenes,
Chapultepec era considerado como sitio estratégico de fácil defensa, motivo por
el cual, algunas civilizaciones, en especial los mexicas, se sintieron seguros y comenzaron a merodear
por los lugares próximos.
Hasta su llegada a Chapultepec,
los mexicas sólo permanecían unos años en cada lugar por donde pasaban, pues
todas las tierras estaban ocupadas y nadie les quería como vecinos por ser muy
pendencieros, practicar formas crueles de sacrificios humanos y tener la
costumbre de robarse a las mujeres casadas.
Así, cuando los mexicas se
colocaron en dicho lugar, y a causa de sus costumbres y actividades
merodeadoras, terminaron haciéndose, como siempre, odiosos a sus vecinos. Estos, cansados de soportarlos, formaron una
coalición con casi todos los señoríos del Valle de México, encabezados por el
de Xaltocan y, en 1319, lograron derrotar a los aztecas gracias a una
estratagema urdida por los tepanecas: éstos les hicieron creer que necesitaban
su ayuda militar para combatir a los de Culhuacan. Así lograron que salieran de
Chapultépec todos los guerreros quedando sólo los ancianos, las mujeres y los
niños, a quienes fácilmente pudieron aprisionar.
Fue durante el reinado de
Moctezuma I Ilhuicamina (1440-1469 d.C.) cuando se mandó construir el acueducto
para conducir el agua desde Chapultepec hasta México-Tenochtitlan. El
responsable de la gigantesca obra hidráulica fue Nezahualcóyotl, señor de
Texcoco, quien al no cobrar por su trabajo obtuvo como premio el permiso de
habitar en Chapultepec. Las crónicas nos informan que a él se debieron la
siembra y el cuidado de los más viejos ahuehuetes.
Con la llegada de Hernán
Cortés a México se dispuso la tala de los árboles cercanos a los manantiales
para que no contaminaran con sus hojas el agua de las albercas de Chapultepec.
Con estas medidas el bosque comenzó a perder porciones de su espeso follaje.
Tras la consumación de la
conquista de México-Tenochtitlan, Hernán Cortés se reservó el Bosque y Cerro de
Chapultepec para edificar la fortaleza que con el tiempo se convirtió en la
fábrica de pólvora.
Época
Virreinal: Su construcción
Durante el periodo
virreinal, Chapultepec fue apreciado como un lugar de descanso y esparcimiento,
para lo cual se construyó, en la base del cerro, sobre los cimientos de lo que
fuera residencia de Moctezuma II Xocoyotzin, un palacio que dio albergue a
numerosos virreyes y visitantes distinguidos durante más de dos siglos. Sin
embargo, la explosión de un polvorín a mediados del siglo XVIII, que causó
serios destrozos en el edificio, llevó a tomar la decisión de que el nuevo
palacio se construyera en la cima del cerro, justo en el lugar que ocupaba una
antigua ermita dedicada al arcángel San Miguel.
Fue el virrey Bernardo
Gálvez fue quien ordenó la construcción de un edificio en el Cerro del Chapulín,
parte del actual Castillo y el cual fue destinado para residencia veraniega de
este tiempo. Los trabajos se iniciaron el 16 de agosto de 1785, cuando
gobernaba la Nueva España. El encargado de realizar los planos fue el teniente
coronel e ingeniero Francisco Bambitelli. Sin embargo, Bambitelli tuvo que
marchar a La Habana, así que el capitán de infantería e ingeniero Manuel
Agustín Mascaró quedó al frente de las obras.
A pesar de que la
construcción marchaba con rapidez, don Bernardo no tuvo la oportunidad de ver
terminado el palacio porque murió el 8 de noviembre de 1786.
La Corona española ordenó
suspender los trabajos y subastar la obra en 60 mil pesos a pesar de que ya se
habían invertido más de 300 mil pesos. Afortunadamente no hubo quien se
interesara por el edificio. Ante la falta de compradores, en 1792 el virrey
Juan Vicente de Güemes Pacheco y Padilla, segundo conde de Revillagigedo, lo
destinó para Archivo General del Reino de la Nueva España, pero el proyecto
tampoco fructificó a pesar de que ya se tenían los planos de adaptación hechos
por el arquitecto Miguel Constanzó.
Finalmente el Ayuntamiento
de la Ciudad de México lo adquirió en 1806, gracias a lo cual bosque y palacio
se salvaron, casi de milagro, de pertenecer a un particular. Durante la guerra
de Independencia (1810 a 1821), el edificio estuvo abandonado y así continuó
hasta 1833 en que se decretó que fuera sede del Colegio Militar.
Finalmente es adquirido por el
Ayuntamiento de la Ciudad de México en 1806, gracias a lo cual bosque y palacio
se salvaron, de pertenecer a un particular. Durante la guerra de Independencia
(1810 a 1821), el edificio estuvo abandonado y así continuó hasta 1833 en que
se decretó que fuera sede del Colegio Militar.
Castillo
de Chapultepec como Colegio Militar
Desde que se le decretó como
Colegio Militar, se le comenzó a conocer como “Castillo”, aunque no fue sino
hasta 1844, tras hacerle varias adaptaciones y erigir en la parte más alta del
cerro el “Caballero Alto” o “Torreón”, que el edificio comenzó a funcionar como
Colegio.
El 13 de Septiembre de 1847, en aquel
entonces, en el Cerro de Chapultepec se encontraban
las instalaciones del
Colegio Militar. Al estar situado en un punto prominente en el Valle de México,
era una de las últimas defensas militares que restaban. Dentro de este episodio
los "Niños Héroes de Chapultepec" que no eran otra cosa que jóvenes
cadetes e instructores que se encontraban de guardia en el Castillo de
Chapultepec tomaron las armas frente a los estadounidenses.
La historia oficial mexicana
recuerda en particular a seis de esos jóvenes que perdieron la vida en el
combate, ya que lo hicieron con un alto
grado de heroísmo y honor. A estos jóvenes cadetes se les llama Niños Héroes de
Chapultepec. Sus nombres: Juan de la Barrera, Francisco Márquez, Vicente
Suárez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, y Juan Escutia.
Cuentan que cuando todo
había acabado un oficial norteamericano observando el rostro de los cadetes
muertos, dijo lleno de sorpresa: "¡Pero si son apenas unos niños!".
Dando origen a la expresión "Los niños héroes".
El
Castillo como hogar de grandes personajes
En 1859-1860 durante el
gobierno del presidente Miguel Miramon, se construyeron algunas habitaciones
del segundo piso del Alcazar. Hacia 1864 Maximiliano de Habsburgo elige
Chapultepec como residencia oficial y manda construir la parte del Alcazar en
estilo neoclásico situado al lado del castillo (contrastando con el resto del
castillo que tiene una arquitectura Barroca).
Durante el llamado Segundo
Imperio Mexicano (1864-1867) fue habilitado como palacio imperial por
Maximiliano y Carlota. Y para 1872 el presidente Sebastian Lerdo de Tejada,
mediante decreto, destino el edificio para residencia Presidencial.
El palacio fue objeto de
varios cambios estructurales y remodelaciones en 1882 durante el mandato del
Presidente Manuel González Flores conocido también como "El Manco de
Tecoac", ya que éste decidió convertirlo nuevamente en residencia oficial.
Algunos otros presidentes que hicieron uso del palacio como residencia oficial
fueron Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón,
Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo
Rodríguez.
Al tiempo que determino que
los presidentes Irían a vivir a Los PINOS, se continuó usando como
residencia oficial hasta el 3 de febrero de 1939 cuando el entonces presidente
Lázaro Cárdenas del Río decretó una ley que estableció el Castillo de Chapultepec
para que formara parte del patrimonio nacional y funcionar como museo. Al mismo
tiempo, determino que los presidentes Irían a vivir a Los PINOS.
Como sede del Museo Nacional
de Historia, con las colecciones del antiguo Museo Nacional de Arqueología,
Historia y Etnografía y fue declarado Monumento Histórico. El museo fue abierto
el 27 de septiembre de 1944.
Museo
Nacional de Historia
Como
sede del Museo Nacional de Historia, con las colecciones del antiguo Museo
Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía y fue declarado Monumento
Histórico. El museo fue abierto el 27 de septiembre de 1944.
Resguarda una amplia
colección de pintura, numismática, documentos, indumentaria, tecnología
histórica y mobiliario.
Si usted prefiere puede
realizar una visita virtual y elegir las salas que después recorrerá.
Para acceder al lugar hay
dos opciones:
Caminando: Si desea subir a pie, asegúrese de calzar zapatos muy cómodos ya que la subida está bastante empinada. Aunque es cansado vale la pena porque mientras camina puede observar la ciudad de México, incluso se puede sentar a descansar lo largo del camino.
Trenecito: Existe un pequeño tren que tiene sale aproximadamente cada 15 minutos. Sube y
baja a las personas que visitan el Museo. Es una forma rápida y también agradable de llegar. El lugar es bastante grande. Se divide en el Alcázar y el Museo de Historia.
El Alcázar está conformado
por 25 espacios en donde a través de escenografías recrean los espacios tal y
como lucieron en algún momento de la historia. Al visitarlo se conocerán las
costumbres de otros tiempos. Es un agasajo observar los objetos de otras
épocas.
La parte del Museo está conformada por 15 salas permanentes en donde se expone
de manera cronológica la historia de México desde el encuentro con los
españoles hasta el siglo XX. Además el Museo cuenta con salas para exposiciones
temporales que se renuevan aproximadamente cada tres meses.
No dejen de tomarse el
tiempo para admirar la Ciudad de México desde los jardines del Castillo de
Chapultepec, identifica los edificios más representativos de la Ciudad. Cuando
termine de recorrer el Museo y el Alcázar, de un paseo por el Bosque de
Chapultepec. Aléjese de los puestos ambulantes, explore el bosque. Se
sorprenderá de lo grande que es y de los lugares tan bellos que se encontrará.
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